Con mucho entusiasmo, el día de ayer 5 de Junio, los integrantes del Ballet Folklorico Yurécuaro México Internacional del Centro Cultural Atoyac, plantaron cada uno de ellos un pino.
Cada pino fue bautizado con el nombre del bailarín que lo a puesto sobre la tierra.
Estos pinos fueron regalados al Ballet en la Feria del Pino y la Flor de Penjamillo, Michoacán, el día 31 de Mayo, como agradecimiento por la funsión que se presento en el cierre de la feria, a cada uno de los integrantes del Ballet.
Con el afán de seguir transformando el nuevo Centro Cultural Atoyac, los integrantes del Ballet, decidieron celebrar el Día del Pino, en una tarde bonita, con sonrisas y bromas, bautizaron y cobijaron con sus manos la tierra, para dar así su aportación a la naturaleza, con el compromiso de que cada uno lo cultivara, hasta que pueda sentarse bajo su sombra.
En verdad que es un reto, como lo que fueron unas bodegas abandonadas por tantos años y refugio de delincuentes, un lugar muerto, ahora empieza a tener vida y sigue su transformación.
FELICIDADES A TODOS LOS BAILARINES Y PARA ADELANTE QUE LA MAGIA DE LA DANZA SIGUE Y SIGUE A PESAR DE TODO LO MALO QUE NOS PASA.
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